Universidad central del ecuador |
Arte y trabajo |
Una aproximación conceptual a la relación del arte con otros campos del espacio social |
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Gledys Riera Macias |
26/01/2012 |
Resumen de la investigación de Ivonne Paola Mendoza Niño |
El campo del arte
Bourdieu mira al arte como campo, es decir, como sistema de relaciones sociales objetivas, definido por la posesión y producción de una forma específica de capital. En el campo del arte podemos identificar principalmente dos tipos de agentes: los productores de los objetos o biens simbólicos y los agentes que intervienen en la diferentes dimensiones del arte (circulación, formación, gestión, investigación).
Es decir, las condiciones objetivas de vida de los artistas favorecen o no la autonomía de su producción, pero esta producción está atravesada por una continua toma de posiciones y formas de elección, que son directamente afectadas por el habitus, entendiendo este como un sistema que se construye históricamente y que está relacionado con las posiciones iniciales de los sujetos, así como con las trayectorias de los mismos. Es una totalidad donde las luchas internas dependen de las externas y viceversa.
Si bien el campo del arte no es totalmente autónomo, o mejor aún, tiene una autonomía relativa, el artista y con él, el mito del artista geniso que se enciarra a producir su obra y espera a que la providencia le otorgue el reconocimiento que desea, es revaluado por las luchas que se dan entre los campos del espacio social.
En palabra de Burdieu, el artista que hace la obra está hecho a su vez, en el seno del campo de producción, por todo el conjunto de aquellos que contribuyen a descubrirlo y consagrarlo como artista conocido y reconocido.
La propuesta metodológica de Bourdieu, es en primer lugar realizar un análisis de la historia del capo, luego nos indica que es fundamental tener una comprensión sobre el papel que juega el campo del arte respecto al del poder, y seguido de esto sugiere adentrarse en la estructura interna del campo, entender cómo se configura y por medio de qué agentes e instituciones lo hace, para pasar a un último momento que tiene que ver con la búsqueda de la génesis del habitus de esos ocupantes del espacio.
De la autonomía del campo y su relación con otros
Una de las rupturas más importantes, quizá, es la incursión en la vida social del estilo de vida burgués y la influencia de ese sector social en las disposiciones sociales, culturales, económicas y políticas que regirán la sociedad después de la segunda mitad del siglo XIX, particularmente la sociedad europea. En el arte esta influencia se experimentó principalmente en el paso de una producción de viene simbólicos amparada por los mecenas y los gremios a una producción influenciada por el mercado y dominada por el gusto burgués. Bourdieu nos hace una advertencia, que tanto comprender las formas de dominación como las luchas por la autonomía requiere tener la precaución de que no podemos conocerlas en su totalidad.
A partir del estudio de la literatura Bourdieu ejemplifica muy bien tres tipos de arte: el arte burgués, el arte social y el arte por el arte. El primero, el burgués, se refiere a aquel arte que corresponde a los intereses de los grupos dominantes y que tiene las características de cualquier producto del mercado: producción en corto tiempo, maximización de recursos y máxima ganancia en términos de capital económico y cultural.
El segundo tipo de arte, el social, si bien existía antes del establecimiento del orden burgués, se puede ver como su antagonista. Es el arte de denuncia, que da cuenta de la realidad social y se propone influir o contribuir a la transformación del orden social.
Y por último, como escribió Bourdieu en 1995, en contraposición a los dos anteriores, surge el arte por el arte como violenta oposición a la burguesía, culto al a forma y a la neutralidad impersonal. Más adelante nos dirá refiriéndose a los artistas de esa corriente: artista moderno, profesional de jornada completa, dedicado a su tarea de una manera total y exclusiva, indiferentes a las exigencias de la política y a los mandamientos perentorios de la moral y que no reconoce más jurisdicción que la norma específica de su arte.
El arte y el trabajo, la profesión, la educación y el empleo
Existen tres hitos históricos en la relación del arte y el trabajo, el primero es el sistema de patronazgo o mecenazgo; el segundo lo denominamos la búsqueda de la autonomía y el tercero el mercado.
El arte como trabajo
A través de varios estudios, se ha permitido identificar el trabajo, como el fundamento de los vínculos sociales y de la realización individual, ya que vincula la utilidad económica con la ciudadanía social
Arte y profesión
La constitución de una profesión no es más que la institucionalización de una práctica, y el proceso de institucionalización de toda actividad social se asocia a un proceso sucesivo de consolidación de patrones normativos, de modelos de organización y de esquemas reguladores de interacción y de intercambio de valores sociales y culturales.
La educación artística
Recordemos que Bourdieu señalaba la educación como el más grande capital simbólico que puede o no garantizar una mejor posición de los agentes en el campo. Y Paulo Freire la señala como una vía transformadora de las estructuras sociales, siempre y cuando se supere una estructura jerárquica y se dé paso a procesos educativos problematizadores y dialógicos.
En los talleres de los gremios medievales el aprendizaje del artista era eminentemente de tipo práctico y la gran ruptura se dio con el surgimiento del interés de los artistas por conocimientos teóricos que les iban a facilitar su tarea.
Arte y empleo
Se hace preciso hacer una reflexión sobre el empleo como forma de materializar los procesos de profesionalización. Y en el caso de las artes, como vimos más atrás, materializar la relación existente entre el artista como generador de objetos simbólicos y el mercado.
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