Javier Escudero
“S/T”. Arte objeto y Net art. ADN de 100 artistas, tubos épendorf, congeladora. Dimensiones variables. 2011.
En una breve descripción de su obra el maestro Javier Escudero menciona “soy caos”, y revisando el resto del texto, definitivamente estaría de acuerdo, lo único que me quedó claro, precisamente, es el caos, pero no un caos como lo solemos visualizar, destructivo, sino un caos de información, un cúmulo de datos complejos y simples que tratan desesperadamente de ocupar un lugar al mismo tiempo, desconozco si mi apreciación sea correcta, más si así fuese, me sentiría afín con la descripción.
Sus obras a mi punto de vista revelan un verdadero proceso, de lo que es la actualidad, un variado sistema de mercado, en el cual el producto y el consumidor se han fusionado a tal punto, que es casi imposible distinguir quien atrapa a quien, ya no compramos aquella mera mercadería compuesta de alimentos, ropa, herramientas, etc., ahora compramos bienestar, conocimiento, pensamientos, personas, libertad, ideas, salud, óvulos, esperma e inclusive se ha incrementado el consumo de muerte exprés, todo al alcance de bolsillos y BOLSILLOS.
Si se subastan las obras de artistas, porque no subastar su ADN, quien sabe y en un futuro próximo, las generaciones que nos sucederán tendrán incluido ADN de Pamela Cevallos, Javier Escudero, Magdalena Pino, Cristian Viteri, etc., tal vez suene un poco descabellado, pero si algo nos ha enseñado la historia, es que todo lo que el hombre ha idealizado a intentado alcanzarlo. El ver ese supuesto ADN me hizo reflexionar sobre la gracioso que puede ser la vida y lo fácil que ingresamos en el mercado y sobretodo me permitió analizar cuanto luchamos o lucharíamos por no ser lo que somos y ser lo que hemos visto que podríamos ser.
La factura de su trabajo me parece más acorde con la actualidad, la gente ha pasado de la contemplación a la reflexión y cada vez más busca medios más fuertes que se la provoquen, el mundo de las imágenes se redefine con cada instante para atrapar al espectador, ya que este ha aprendido a observar de maneras diferentes, ya no solo busca experiencias estéticas de instantes placenteros, también busca momentos que redefinan su forma de pensar y sentir, no solo quiere las lindas ideas de un artista, también quiere que esos artistas le redefinan el mundo que los rodea, que no sea solo un pensamiento sino que sea un colectivo de pensamientos.
Con el tiempo los puntos de vista cambian, las ideas se transforman, pero en algún momento, alguien tuvo que concebirlas y con ello hizo la diferencia entre el creador y sucesor.
Cristian Viteri
“Dueños de la tierra”. Instalación. Barriles de hierro con intervención en el piso. 500cm altura x 500cm ancho x 900cm profundidad. 2011.
Dentro de las obras que se mostraron en la exposición, considero que el trabajo del maestro Cristian Viteri es la que más podría causar empatía con el espectador, puesto que refleja un tema que es conocido en nuestro contexto, tal vez si la expusiese en otro lugar no tendría el mismo impacto que aquí, es un ejemplo de cómo el artista comprende también la realidad del espectador y la lleva al lenguaje plástica de diversas formas, dándole así una voz que va más allá de la suya propia.
La composición y los materiales, son de una factura más que agradable, puesto que al representar una imagen conocida, crean empatía con los sentidos, aunque el tema no nos sea agradable del todo socialmente, pero he ahí otro de los roles principales del artista el llevar esos temas de los que la gente no quiere hablar a la mesa de discusiones, para que por lo menos quede la reflexión en las personas que la observen.
Al igual que la obra del maestro Javier Escudero, el maestro Cristian Viteri usa la modernidad y la contemporaneidad para reflejar la realidad de nuestro entorno.
Hernán Cueva
“La nave va”. Instalación. Grabado – ensamble. 180cm x 400cm. 2010
“Tauromaquia”. Instalación. Grabado – ensamble. 180cm x 300cm. 2011
Con un trabajo mucho más interno, el maestro Hernán Cueva, posee un dominio del color en el grabado muy sorprendente, los matices alcanzados en su trabajo son dignos del centro de exposición en el que se encuentra, la composición en su trabajo me parece de una riqueza exquisita, las líneas las manchas todo forma parte de un conjunto, es una experiencia estética muy regocijante.
En cada punto de su trabajo existe un detalle, sea de color, de trama, de formas, etc., no existe lugar sin detalle, de extremo a extremo puedo observar el trabajo realizado, como lo dice en la descripción de su obra “trabajo con mi temperamento e intuición en la simplicidad de mi espíritu”, es algo que pienso puedo percibir, no hay una composición de formas recargadas, sino al contrario las precisas para formar parte de un todo, sus formas no son realistas, más no lo necesitan, la fuerza de los colores y las tramas, dicen mucho más de lo que la realidad nos podría decir sobre el artista.
A modo de conclusión, podría decir que la exposición “Diálogo de imaginarios”, no es precisamente eso, si bien en este recinto encontramos varios imaginarios correspondientes a un gran equipo de artistas, en lo personal no he encontrado hasta el momento cuál fue el diálogo, posiblemente este concibiendo mal el título de la exposición, pero pensé que se trataba de una exposición conjunta, en la cual los trabajos se correspondían unos a otros, pero lo único que percibí fueron ideas grandiosas y no tanto, cada una por su lado, todas fueron exposiciones individuales, en salas individuales, lo cual destaco no es un error o un problema, solo que no me parece la manera de exponer con un título así.
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