viernes, 15 de julio de 2011

Relación Objeto - Sujeto

Objeto - Sujeto
6 de junio
2011
Breve análisis sobre la relación entre el objeto y el sujeto y su aplicación en un retrato
El retrato a través de los objetos



Relación Objeto – Sujeto
La relación entre objeto y sujeto, ha sido un tema ampliamente abordado desde muchas perspectivas y ramas del conocimiento, desde la semiología, la sociología, etc., pero en esta ocasión solo me referiré a la relación de estos en el arte, específicamente enfocado en la utilidad para el trabajo de retrato a través de objetos.
De acuerdo a Descartes el sujeto, es un elemento de esta relación que recibe las imágenes del mundo que lo rodea y lo procesa y explica a través del lenguaje, desde este punto de vista el artista no está lejos de este hecho, todo artista percibe el mundo de manera diferente y lo plasma a través de lenguajes plásticos diferentes, he ahí una parte de su trabajo principal, representar, a través del tiempo es lo que ha destacado a un grupo de personas, la forma en la que representan lo que observan.
Continuando con Descartes el sujeto sería lo que forma su ser más íntimo y profundo, algo así como su propia esencia, lo que le hace único ante el resto, y lo que le permite reconocerse a su vez en los otros, detalle cuya importancia se verá reflejada en lo que explicaré después, respecto al objeto y la huella.
Ahora con lo respecta al objeto, según Descartes, es el otro elemento que compone la relación, es lo que está puesto de alguna manera frente al ser humano para ser conocido, su existencia es independiente del pensamiento del mismo y  aquí el artista jugará un papel clave en esa relación.
Descartes crea un intersticio, en el cual se ubicarían los productos de la mente humana, las relaciones y los significados que los sujetos le dan a los objetos, a mi punto de vista este es el terreno del artista, si bien todos creamos esas relaciones, los artistas específicamente buscan nuevas formas de pensar en esta relación de objeto – sujeto.
Ahora bien, es aquí, en esta relación, en este intersticio, en el que la representación de un individuo es decir un retrato viene a ocupar nuestro estudio, si bien es cierto el retrato ha sido el tema favorito por los artistas desde tiempos muy remotos, también es muy cierto que la forma de crear retratos ha cambiado con esos mismos años, desde la representación hierática hasta el dinamismo absoluto, desde colores planos hasta los matices más exquisitos, pero también cambió el aspecto formal, los personajes ya no eran los faraones rígidos, ni los atractivos personajes griegos o las fieles copias del renacimiento, ahora se convertirían en cubos, puntos, manchas, líneas, monocromos, altos contrastes, pipas, zapatos, pies, manos, etc.
Este es el aspecto fundamental para nuestro trabajo de retrato, la representación de un personaje a través de los objetos, pero, ¿Cómo sería posible realizar algo así?, ¿Qué tienen que ver los objetos con los personajes?, una posible respuesta la encontramos en Jean Baudrillard y el sistema de los objetos, quién nos explica como los objetos reflejan algo especial, la huella, es decir la marca que queda en ellos, una especie de huella digital, que lo hace único y diferente y sobre todo nos evoca en la memoria a quien lo usó, el uso es el que permite que un objeto se convierta en cosa y según Baudrillard, es en la cosa en donde encontramos la huella, y es en ella, donde podemos reconocer a nuestro personaje, porque este objeto mutó y se transformó en parte de su cotidianidad, el uso, el desgaste, generan en cada objeto una impronta diferente, solo compatible con su creador y reconocible solo en él.
Inclusive en una pintura, escultura, partitura, siempre se deja algo de uno mismo, sea en la pincelada, la escritura, los colores escogidos, el sonido, todo tiene una parte en la que nos reconocemos, sería muy difícil confundir un cuadro de van Gogh con uno de Rafael, y la diferencia no radicaría en la época, ni si quiera en el tema, lo sería en la forma que cada uno tiene de trabajar, lo que tal vez podría llamarse estilo, eso que también lo hace diferente, una huella más, que crea un lenguaje entre la obra y el artista, no solo es retratado un personaje, el artista también se retrata cada vez que crea, pues siempre reflejara sus emociones, pensamientos e ideas, todo en un solo conjunto que construirá una imagen evocativa.
Para finalizar, considero que es muy importante el reconocer a cada individuo en los detalles, una correcta observación de nuestro personaje, incluirá una debida reflexión de los elementos que lo rodean, reconocer las características especiales de los mismos y sobre todo la relación que existe entre ellos y él, con el fin de lograr evocar en un colectivo a un individuo.
Bibliografía
  • Jean Baudrillard, El sistema de los objetos, decimoctava edición, 2004, siglo XXI, Argentina
  • Dorling Kindersley, Arte la guía visual definitiva, 2010
  • http://www.papelesparaelprogreso.com/numero39/3906.html, descargado el 3 de junio del 2011

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